Creo que esta tarta mousse de limón os va a dejar sin palabras, al igual que me dejó a mi. La receta original es de Miquel Antoja, y en cuanto la vi, me pareció imposible que de una simple gelatina de limón (tal cual) saliese una tarta tan hermosa.
Por lo tanto, tenía que probar a ver si era verdad. ¡Necesitaba saberlo! En cuanto tuve un momento me puse a ello. Y... ¡Sí, la gelatina de limón se puede montar!, al igual que se monta la nata. Eso sí, es necesario un robot de cocina con varillas y darle caña como mínimo unos 25 minutos a potencia máxima. Hacerlo a mano no es una opción. No creo que se pueda. Si tenéis un robot de cocina con varillas (yo lo hice con la KitchenAid) y os atrevéis a hacerla, os aseguro de que no os vais a arrepentir. Eso sí, según me han comentado, no la hagáis con la Thermomix, ya que se necesita más velocidad en las varillas de la que puede proporcionar la Thermomix, y no creo que os llegue a salir.
Otra de las curiosidades de esta tarta es que, una vez hecha, se mete en el congelador y se deja que solidifique. ¡Pero cuando la sacáis del congelador está super esponjosa! Se toma directamente del congelador, y la consistencia es parecida a la de las nubes de golosina (marshmallows). Además, tiene un sabor a limón muy refrescante. Ideal para el verano.
La receta original era con té matcha por encima, pero como a mi marido no le gusta el té matcha, le puse virutas de chocolate blanco por encima, pero podéis ponerle lo que queráis, o no poner nada. Está riquísima de cualquier forma.
Esta tarta es apta para celíacos sin el chocolate blanco. Si le añadís chocolate blanco, vigilad que no tenga gluten.