lunes, 5 de octubre de 2015

Tarta de nubes


¡Pero qué buena que está esta tarta! Sí, lo habéis leído bien. Es una tarta de nubes, de esas chuches que son tan esponjosas y de color rosa, que cuando te las comes se te deshacen en la boca. Navegando por la red encontré una receta de tarta de nubes, pero no me acabó de convencer, y al final hice mi propia versión.

Os tengo que avisar que es una tarta enooorme. Tenía un molde de 26 cms. y la tarta llegaba hasta arriba. Por lo tanto, si no queréis hacer una tarta tan grande, podéis poner la mitad de los ingredientes del relleno. La cantidad de la base de galletas, de la gelatina y de la nata para adornar la tendréis que dejar igual, pero el relleno lo podéis dividir y hacer la mitad. Eso sí, una vez hecha os vais a arrepentir de haber hecho sólo la mitad... ¡¡¡porque está buenísima!!! jajaja.

También os tengo que decir un par de cosillas más...
La primera: Las nubes abultan mucho, y yo no tenía ningún recipiente lo suficientemente grande como para derretirlas todas a la vez. Por lo tanto, puse la mitad en una olla y a medida que se iban derritiendo, iba añadiendo el resto. Así hasta que se derritieron por completo. 

La segunda: Os aviso que cuando las nubes están completamente derretidas son muuuy pegajosas. En un principio pensé en derretirlas en la Thermomix, pero como sabía que después me iba a costar bastante limpiarla usé una olla, y no me arrepentí. Por lo tanto, usad una olla que sea fácil de limpiar después. 

Un último apunte: Usé un molde desmontable con base de cristal, y no puse nada debajo. Puse la base de galletas directamente sobre el cristal y quedó un poco pegado. Quizá hubiese ido mejor poner en la base un poco de spray desmoldante, o un papel de hornear para que no quedase tan pegado. De todas formas, se despegaba pasando una espátula por debajo.

En fin, ya no me enrollo más: La tarta salió buenísima, y aquí tenéis la receta... jejeje.
Ingredientes:
Para la base:
  • 200 gr. de galletas María
  • 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
Para el relleno:
  • 460 gr. de nubes
  • 100 gr. de leche
  • 500 gr. de nata para montar 
  • 400 gr. de zumo de naranja (Yo necesité unas 4 naranjas grandes)
Para la gelatina de fresa:
  • Un sobre de gelatina de fresa (para hacer medio litro de gelatina de fresa, que suele ser lo mínimo. Os sobrará, pero luego podéis poner la gelatina restante en vasos y tendréis otro postre. Yo usé un sobre de marca Hacendado. En el paquete vienen dos sobres)
Para los adornos de la tarta y de los platos:
  • 100 gr. de nata para montar
  • 40 gr. de azúcar
  • Gominolas de diferentes colores
Otros;
  • Lámina de acetato para que no se peguen los bordes
  • Spray desmoldante para la base (o lámina de papel de hornear)
Preparación:
Primero de todo exprimimos las naranjas.


Pasamos el zumo de la naranja por un colador a un recipiente donde pesaremos los 400 gr. de zumo. De esta forma evitaremos que caigan semillas y trozos de naranja que afearían la tarta.


Reservamos el zumo de naranja. A continuación tendremos que preparar la base de la tarta. Podéis usar una picadora cualquiera. Yo para esto usé la thermomix. Pondremos las galletas en la picadora o en el vaso de la thermomix.


Picamos las galletas. Si usáis la thermomix, son unos 5 segundos a velocidad 10. Si usáis una picadora, han de quedar con este aspecto:


Añadimos la mantequilla.


Si usáis la Thermomix, mezclar unos 5 segundos a velocidad 5. Si usáis una picadora, picad las galletas con la mantequilla hasta que os quede una mezcla con este aspecto:


A continuación, preparamos el molde. Yo sólo le puse una cinta de acetato por los bordes. De esta forma es mucho más fácil de desmoldar y no se pega en los bordes. Como os he dicho antes, la base quedó un poco pegada a la superficie de cristal del molde. Por lo tanto, yo pondría un poquito de spray desmoldante o una hoja de papel para hornear (mejor el spray). De esta forma será más fácil que no se pegue a la base.

Ponemos la mezcla de galletas y mantequilla en el molde con cuidado de no manchar la lámina de acetato.


Aplanamos la base con una cuchara.


Introducimos el molde en la nevera para que la base se endurezca. 
A continuación seguimos con el relleno. Ponemos la leche en una olla.


Añadimos las nubes. En esta foto las puse todas de golpe, pero vi que era demasiado y luego quité la mitad.


Derretimos las nubes a fuego lento y sin parar de remover, para que no se quemen. Como puse sólo la mitad de las nubes a principio, a medida que se iban derritiendo iba añadiendo más nubes.


Seguimos así, a fuego lento y sin parar de remover hasta que todas las nubes estén completamente derretidas.


Una vez estén derretidas, paramos el fuego y añadimos el zumo de naranja y removemos. 


En este momento podréis ver que parece que se corte, pero no os preocupéis. No pasa nada. En un principio me asusté, pero decidí continuar. En realidad la masa parece que se separe en dos partes: una más líquida y otra más sólida. Al final cuajarán las dos. La parte más líquida quedará abajo y la más sólida arriba, haciendo un bonito efecto.

Reservamos la mezcla en un bol. Iremos removiendo la mezcla de tanto en tanto para evitar que cuaje. Tenemos que dejar que se enfríe hasta llegar a temperatura ambiente, pero no puede cuajar, o sea, que estad al tanto. Si véis que va cuajando, removed con una cuchara o unas varillas, para que no se hagan grumos.

A continuación batimos la nata. Ponemos la nata en un bol.


Para montar la nata fácilmente, tanto la nata como el recipiente deben de estar bien fríos, y la nata ha de tener un mínimo de 35% de materia grasa. Hay gente que pone el recipiente donde montará la nata en la nevera durante un rato, pero yo usé la Kitchenaid y el bol es demasiado grande para meterlo en la nevera. 

Montamos la nata con unas varillas o con cualquier robot de cocina que tenga unas varillas como accesorio.


Una vez montada la nata, reservamos en la nevera hasta que la mezcla de las nubes haya llegado a temperatura ambiente. Cuando esté a temperatura ambiente, añadimos la nata a las nubes


Removemos la mezcla con una espátula. Lo hacemos con movimientos envolventes, con cuidado de que no se baje mucho la nata.


Sacamos el molde de la nevera y ponemos el relleno encima de la base.


Ponemos el molde en la nevera y esperamos a que el relleno haya cuajado antes de hacer la gelatina. Yo hice el relleno por la noche y la gelatina, al día siguiente de buena mañana. A la hora de comer ya estaba lista la tarta. 

Una vez ha cuajado el relleno, hacemos la gelatina tal y como indican las instrucciones del paquete.


La gelatina no debe de estar muy caliente cuando se vierta sobre la tarta. Esperaremos a que esté templada. Yo suelo dejar caer lentamente la gelatina sobre una cuchara y así no se hacen hoyos en el relleno, porque la cuchara para un poco el primer impacto.

Os sobrará gelatina. La gelatina que os sobre la podéis poner en vasos y ya tenéis otro postre.


Volvemos a dejar la tarta en la nevera y esperamos a que la gelatina cuaje. Cuando haya cuajado, sacamos de la nevera y desmoldamos con cuidado.


Como podéis ver, en la foto de arriba todavía tiene la lámina de acetato. Se la quitamos.


A continuación montamos la nata para los adornos de la misma forma que hemos hecho con la nata del relleno.


Ponemos la nata en una manga pastelera con boquilla en forma de estrella y hacemos los "floripondios"... jajaja.


Ponemos las golosinas sobre la nata.


¡Y ya la tenemos lista para servir! Yo he servido las porciones en platos individuales adornados con más nata y golosinas.

¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.



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