miércoles, 8 de diciembre de 2021

Galletas craqueladas de chocolate blanco y limón


Hacía tiempo que quería hacer estas galletas craqueladas de chocolate blanco y limón. Tenía guardada esta receta de Nestlé, pero por circunstancias personales no tuve tiempo de hacerlas hasta ahora (ni de actualizar el blog, como podéis ver...)

Uno de estos días, mi hija me dijo que tenía ganas de hacer galletas, y que llevábamos mucho tiempo sin hacer nada en la cocina. Entonces me decidí por esta receta, y la verdad es que son unas galletas muy fáciles de hacer y tienen un sabor a limón intenso. Nos encantaron. Estoy segura de que las volveremos a hacer, porque estaban buenísimas.

Os animo a que las hagáis. No os arrepentiréis.

Ingredientes para unas 25 galletas:

  • 180 g. de chocolate blanco para fundir.
  • 50 ml. de zumo de limón
  • Ralladura de 2 limones (mi limón era grande, y sólo rallé un limón)
  • 2 huevos M
  • 50 g. de mantequilla
  • 1/2 cucharadita (de las de café) de levadura en polvo
  • Azúcar glas para rebozar
  • 50 g. de azúcar
  • 225 g. de harina

Preparación:

Primero de todo lavamos muy bien los limones y rallamos su piel. Como ya he comentado antes, yo sólo rallé un limón, porque era muy grande. Os recomiendo rallarlo encima de un tazón, tal y como hago en la imagen. 

Intentad que no se os salga por los bordes.

A continuación, exprimimos el limón. 

Necesitamos 50 ml. de zumo de limón. Colamos el zumo mientras lo pesamos y lo añadimos al tazón donde tenemos la ralladura de limón.

Al poner el zumo de limón junto con su ralladura, nos será más fácil verter la ralladura en la mezcla, no se secará, y de paso, ahorramos recipientes. Reservamos el limón con su ralladura.

A continuación, ponemos en un tamizador (yo usé un colador fino) los 225 gramos de harina y le añadimos la media cucharadita de las de café de levadura en polvo. Debajo, ponemos un recipiente. 


Tamizamos la harina con la levadura y reservamos.

A continuación, partimos los 180 gramos de chocolate blanco y los ponemos en un recipiente apto para microondas.

Añadimos los 50 gramos de mantequilla. Sí, lo siento. No tenía un recipiente apto para el microondas que fuese más grande en ese momento... jajaja. No pasa nada. La mantequilla se funde y no se cae nada afuera...

Fundimos el chocolate blanco con la mantequilla en el microondas. Yo uso siempre la opción descongelar y voy programando de 30 en 30 segundos. Cada vez que finalizan los 30 segundos, remuevo un poco y vuelvo a programar descongelar 30 segundos más. De esta forma, no se quema el chocolate.

Una vez fundido, reservar el chocolate hasta que se enfríe un poco. Mientras tanto, partimos los dos huevos en un recipiente lo suficientemente grande para que quepan todos los ingredientes y los podamos mezclar. Yo lo hice con la KitchenAid, pero podéis hacerlo con cualquier robot que tenga el accesorio de varillas, o hacerlo a mano.

Añadimos los 50 gramos de azúcar.

Batimos los huevos y el azúcar con unas varillas hasta que la mezcla blanquee (se volverá de un color más claro). Tal y como he dicho, yo lo hice con la KitchenAid, pero podéis usar cualquier robot con varillas, o hacerlo a mano.

Añadimos el chocolate blanco (por mi parte, creo que lo dejé enfriar demasiado rato, pero no importa, porque luego se mezcla todo).

Añadimos a la mezcla el zumo de limón y su ralladura.

Volvemos a mezclar bien con las varillas.

Ponemos a velocidad lenta las varillas y vamos añadiendo poco a poco la harina con la levadura tamizada.

Mezclamos bien hasta que se acabe la harina y nos quede una masa sin grumos.

Ponemos la masa en un recipiente y la tapamos con papel film. Dejamos reposar en la nevera un mínimo de 4 horas.

Una vez hayan pasado las 4 horas, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Sacamos la masa de la nevera y formamos unas bolitas de unos 25 gramos.

Rebozamos las bolitas con azúcar glas. La mejor forma de hacerlo es poner en una taza una cucharada de azúcar glas y poner la bolita dentro. Una vez dentro, menear la taza con movimientos circulares para que la bolita ruede dentro y se vaya rebozando sola.

Aquí tenemos la bolita rebozada:

Sacamos la bolita y la ponemos en una bandeja apta para horno con papel de hornear. Repetimos el proceso para el resto de bolitas. No la pongáis muy juntas, porque luego la mantequilla se derrite y la galleta se expande. Si las ponéis muy juntas, las galletas se quedarán pegadas unas con otras.


Cuando el horno llegue a 180º, horneamos las galletas unos 12 minutos, o, como cada horno es un mundo, hasta que las galletas estén doradas. Una vez estén doradas, las sacamos del horno y las ponemos a enfriar en una rejilla.

Una vez frías, estarán listas para comer. Guardar en una caja metálica para su conservación (en el caso de que queden, porque están tan buenas que en casa desaparecieron en un momento y no hizo falta guardar nada... jajaja)

¡Espero que os haya gustado la receta! Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, en Twitter, o en Instagram.


2 comentarios:

  1. Hace poco realice estas galletas pero al faltarle un poco de mantequilla no quedaron tan bien, para la proxima estaré mejor preparado.





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    Trabajo en Refrigeracion NER CDMX

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    Respuestas
    1. Vaya... Espero que la siguiente vez le pongas la mantequilla que toca y te queden mejor. ☺️

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