Más vale tarde que nunca... jajaja. El mismo día de Sant Jordi recibí un correo de mi presentadora de Thermomix Mª. Teresa Bardalet. Entre otras cosas, contenía este pan de Sant Jordi. Hacía tiempo que quería hacer la receta. La había conseguido por otra fuente, pero la receta se había perdido por algún lugar de mi casa. Definitivamente, el hecho de recibir otra vez esta receta, aunque fuese el mismo día de Sant Jordi, fue como una señal... jajaja ¡Tenía que hacerla! jajaja. Era tan fácil de hacer, que sin pensarlo dos veces, me puse a ello. Más que nada, para probar, ¡y salió buenísimo!.
Aunque lleve azúcar no es un dulce. El azúcar le da esponjosidad. Se trata de un pan salado, hecho de queso y sobrasada. Cuando acabé de hacerlo la cocina olía maravillosamente.
La lástima es que no llegué a tiempo de publicarlo el mismo día de Sant Jordi. Comencé a hacerlo por la tarde y acabé de hacer el pan por la noche. Imposible publicarlo ese mismo día. Estamos a día 24 y tenía pendiente publicar esta semana otra cosa, pero ¿Cómo voy a dejar pasar por alto esta recetaza? El año que viene la volveré a hacer, y no quería volverla a perder otra vez. Por lo tanto, y para no perderla, lo mejor es ponerla en el blog... jejeje.
Una vez hecho este pan, cuando se corta, se puede ver la senyera. Siempre hace gracia cuando tienes invitados. Si no sois de Cataluña, también lo podéis hacer. No hace falta que hagáis la senyera. Podéis hacer la bandera de España, si queréis. Los colores son los mismos, y el pan está delicioso. Sólo tenéis que poner en medio la masa amarilla y dividir en dos la masa roja y ponerla en los extremos.
Ingredientes:
Ponemos en el vaso el queso cheddar.
Programamos 10 segundos, velocidad 7.
Reservamos el queso. No hace falta lavar el vaso. Ponemos el azúcar.
Añadimos la leche.
Por último, ponemos la mantequilla.
Programamos 2 minutos, 37º, velocidad 2.
Añadimos la levadura partida en trozos.
Mezclamos 5 segundos a velocidad 3.
Añadimos la harina.
Ponemos también la sal.
Mezclamos 15 segundos a velocidad 6. Seguidamente, amasamos durante 3 minutos, velocidad espiga.
Retiramos la masa y la pesamos Más o menos debe de pesar unos 850 gramos. Dividimos la masa en dos trozos iguales. Cada trozo tiene que pesar más o menos unos 425 gramos. Ponemos el primer trozo en el vaso de la Thermomix.
Añadimos el queso rallado que habíamos reservado anteriormente.
Ponemos el colorante amarillo. Mejor añadir poco, porque luego se puede rectificar. Si añadimos demasiado, luego no podremos hacer nada.
Amasamos durante 1 minuto a velocidad espiga. Si cuando acabe el tiempo vemos que el color no está bien distribuido o nos hemos quedado cortos con el colorante, añadimos un poco más de colorante (en el segundo caso) y volvemos a programar 1 minuto a velocidad espiga.
Reservamos en un bol en el que hayamos untado previamente un poquito de aceite por las paredes. Cubrimos el bol con papel film.
Sin lavar el vaso, ponemos el resto de la masa.
Añadimos la sobrasada.
Si se desea, añadir el colorante rojo. Como he dicho antes, si añadís el colorante, mejor poner poco. Más vale quedarse corto que pasarse. Programar 1 minuto a velocidad espiga. Si cuando acabe el minuto no está bien mezclado o nos hemos quedado cortos de colorante, añadir el colorante (en el segundo caso) y programar otro minuto a velocidad espiga.
Reservamos la masa en un bol previamente untado con aceite y tapado con papel film.
Aquí tenemos los dos boles tapados con papel film.
Dejamos reposar las dos masas hasta que doblen su volumen.
Dividimos la masa amarilla en cinco partes que pesen lo mismo. En mi caso, la masa amarilla pesaba 536 gramos. Cada una de las bolas pesaba unos 107 gramos más o menos.
Dividimos la masa roja en cuatro partes que pesen lo mismo. En mi caso, la masa entera pesaba 494 gramos. Por lo tanto, cada una de las bolas pesaba más o menos 123 gramos.
Formamos barritas de igual tamaño con todas las bolas. Aquí tenéis una amarilla.
Y aquí una roja.
Forramos una bandeja para horno con papel para hornear y vamos poniendo las barritas una al lado de la otra. Primero una amarilla, luego una roja, y vamos alternando los colores hasta acabar con las barritas.
Dejamos reposar hasta que doble su volumen. Serán unos 45 minutos más o menos.
Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo. Es muy importante que el horno llegue a esta temperatura antes de meter el pan. Yo siempre tengo un termómetro que me compré porque el termostato de mi horno no va muy bien que digamos. Así me aseguro que la temperatura es exacta.
Mientras se calienta el horno, pincelamos el pan con la leche.
Una vez haya llegado el horno a los 200º, introducimos el pan y horneamos durante unos 20 a 25 minutos. Yo lo tuve 20 minutos y fue suficiente, pero cada horno es un mundo.
En cuanto sea posible, y con mucho cuidado para que no se rompa, retiramos el pan y lo ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Una vez frío se debe de cortar a lo largo para que se vean los colores. Muchas gracias a Mª. Teresa Bardalet por la receta.
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.
La lástima es que no llegué a tiempo de publicarlo el mismo día de Sant Jordi. Comencé a hacerlo por la tarde y acabé de hacer el pan por la noche. Imposible publicarlo ese mismo día. Estamos a día 24 y tenía pendiente publicar esta semana otra cosa, pero ¿Cómo voy a dejar pasar por alto esta recetaza? El año que viene la volveré a hacer, y no quería volverla a perder otra vez. Por lo tanto, y para no perderla, lo mejor es ponerla en el blog... jejeje.
Una vez hecho este pan, cuando se corta, se puede ver la senyera. Siempre hace gracia cuando tienes invitados. Si no sois de Cataluña, también lo podéis hacer. No hace falta que hagáis la senyera. Podéis hacer la bandera de España, si queréis. Los colores son los mismos, y el pan está delicioso. Sólo tenéis que poner en medio la masa amarilla y dividir en dos la masa roja y ponerla en los extremos.
Ingredientes:
- 100 gr. de queso cheddar en trozos (Yo sólo encontré en láminas)
- 250 gr. de leche
- 50 gr. de mantequilla
- 50 gr. de azúcar
- 30 gr. de levadura fresca
- 500 gr. de harina de fuerza
- 1 cucharadita de sal
- Colorante amarillo
- Colorante rojo (opcional)
- 70 gr. de sobrasada
- 30 gr. de leche para pincelar
- Aceite para untar los boles.
Ponemos en el vaso el queso cheddar.
Programamos 10 segundos, velocidad 7.
Reservamos el queso. No hace falta lavar el vaso. Ponemos el azúcar.
Añadimos la leche.
Por último, ponemos la mantequilla.
Programamos 2 minutos, 37º, velocidad 2.
Añadimos la levadura partida en trozos.
Mezclamos 5 segundos a velocidad 3.
Añadimos la harina.
Ponemos también la sal.
Mezclamos 15 segundos a velocidad 6. Seguidamente, amasamos durante 3 minutos, velocidad espiga.
Retiramos la masa y la pesamos Más o menos debe de pesar unos 850 gramos. Dividimos la masa en dos trozos iguales. Cada trozo tiene que pesar más o menos unos 425 gramos. Ponemos el primer trozo en el vaso de la Thermomix.
Añadimos el queso rallado que habíamos reservado anteriormente.
Ponemos el colorante amarillo. Mejor añadir poco, porque luego se puede rectificar. Si añadimos demasiado, luego no podremos hacer nada.
Amasamos durante 1 minuto a velocidad espiga. Si cuando acabe el tiempo vemos que el color no está bien distribuido o nos hemos quedado cortos con el colorante, añadimos un poco más de colorante (en el segundo caso) y volvemos a programar 1 minuto a velocidad espiga.
Reservamos en un bol en el que hayamos untado previamente un poquito de aceite por las paredes. Cubrimos el bol con papel film.
Sin lavar el vaso, ponemos el resto de la masa.
Añadimos la sobrasada.
Si se desea, añadir el colorante rojo. Como he dicho antes, si añadís el colorante, mejor poner poco. Más vale quedarse corto que pasarse. Programar 1 minuto a velocidad espiga. Si cuando acabe el minuto no está bien mezclado o nos hemos quedado cortos de colorante, añadir el colorante (en el segundo caso) y programar otro minuto a velocidad espiga.
Reservamos la masa en un bol previamente untado con aceite y tapado con papel film.
Aquí tenemos los dos boles tapados con papel film.
Dejamos reposar las dos masas hasta que doblen su volumen.
Dividimos la masa amarilla en cinco partes que pesen lo mismo. En mi caso, la masa amarilla pesaba 536 gramos. Cada una de las bolas pesaba unos 107 gramos más o menos.
Dividimos la masa roja en cuatro partes que pesen lo mismo. En mi caso, la masa entera pesaba 494 gramos. Por lo tanto, cada una de las bolas pesaba más o menos 123 gramos.
Formamos barritas de igual tamaño con todas las bolas. Aquí tenéis una amarilla.
Y aquí una roja.
Forramos una bandeja para horno con papel para hornear y vamos poniendo las barritas una al lado de la otra. Primero una amarilla, luego una roja, y vamos alternando los colores hasta acabar con las barritas.
Dejamos reposar hasta que doble su volumen. Serán unos 45 minutos más o menos.
Precalentamos el horno a 200º con calor arriba y abajo. Es muy importante que el horno llegue a esta temperatura antes de meter el pan. Yo siempre tengo un termómetro que me compré porque el termostato de mi horno no va muy bien que digamos. Así me aseguro que la temperatura es exacta.
Mientras se calienta el horno, pincelamos el pan con la leche.
Una vez haya llegado el horno a los 200º, introducimos el pan y horneamos durante unos 20 a 25 minutos. Yo lo tuve 20 minutos y fue suficiente, pero cada horno es un mundo.
En cuanto sea posible, y con mucho cuidado para que no se rompa, retiramos el pan y lo ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Una vez frío se debe de cortar a lo largo para que se vean los colores. Muchas gracias a Mª. Teresa Bardalet por la receta.
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.
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