lunes, 26 de octubre de 2015

Manzanas demoníacas


¡Se acerca Halloween! Me encanta esta fiesta... jejeje. Y como cada año, ¡aquí tenéis mi receta para la noche de Halloween!. Esta vez han tocado estas terroríficas manzanas demoníacas. Sí, son manzanas... un poco tuneadas, pero manzanas después de todo.

Este año quería preparar un demonio de manzana bañada en chocolate y con cuernos. Hice varios experimentos fallidos (que no sé si colgar en mi blog de pifias en la cocina, porque son tan penosos que no sé si vale la pena). En un principio quería hacer el bicho con un cuarto de manzana bañada en chocolate, pero quedaba tan mal que al final desistí del baño de chocolate y lo hice con una manzana entera, porque si usaba un cuarto de manzana, la boca se llevaba la mayor parte del trozo... jajaja.

Lo mejor de todo es que podéis dejar muchas cosas ya preparadas el día anterior, y así, a día siguiente sólo tenéis que montar la manzana. Eso sí. Lo último que tenéis que hacer es poner la fresa de lengua, ya que las fresas se estropean muy pronto.

Os dejo con estas manzanas diabólicas... cuidado de que no os muerdan... jajaja.
Ingredientes
  • 2 manzanas
  • 150 gr. de chocolate negro para fundir
  • 12 anacardos (es importante que se aguanten bien de pie y boca abajo)
  • 1 fresa
  • 10 gr. de fondant blanco para hacer los ojos (cantidad aproximada, se necesita muy poquito)
  • 45 gr. de fondant rojo (podéis teñir el blanco, si no tenéis en rojo)
  • Kikos de maíz
Preparación
Primero de todo vamos con los cuernos de fondant, ya que tienen que pasar unas horas para que se queden duros después de moldear. Yo no tenía fondant rojo. Tenía fondant blanco y teñí un poquito.
Separamos la masa de fondant en 4 trozos más o menos iguales. Tendremos que hacer lo mismo para cada uno de los cuernos.

Hacemos un cilindro con uno de los trozos. No tiene que ser perfecto.


Con la mano, hacemos rodar el cilindro presionando más fuerte en uno de los dos extremos. De esta forma tenemos algo parecido a un cono un poco largo.


A continuación enrollamos el cono ayudándonos con el dedo índice y tendremos el cuerno.


Repetimos la misma operación y hacemos los cuernos restantes.


A continuación cortamos un palillo con unas tijeras. El tamaño es un poco menos de la mitad del palillo.


Clavamos el palillo en la base del cuerno, con cuidado de que no nos salga por ningún lado y dejando la parte de la punta más fina hacia fuera. Repetimos para todos los cuernos.


Dejamos los cuernos reposar para que se endurezcan.

A continuación seguimos con las garras. Partimos el chocolate en trozos y los ponemos en un recipiente apto para microondas.


Ponemos el chocolate en el microondas y programamos un minuto con la opción descongelar. Una vez haya finalizado, removemos el chocolate. Si todavía no se ha derretido, programar 30 segundos más y repetir la operación hasta que se haya derretido completamente.


A continuación vamos con los anacardos. Serán las garras de nuestras manzanas demoníacas. Pintaremos las uñas a las garras. Sumergiremos el extremo más estrecho en el chocolate.



Ponemos la garra con cuidado sobre alguna superficie plana boca arriba de la siguiente forma:


Si no se os aguanta, siempre podéis usar unas pinzas de la ropa bien limpias... jajaja. Dejamos que se seque el chocolate.


Una vez estén secas las garras, continuamos con los pies. Los pies serán una base redonda y plana de chocolate. Si durante la espera el chocolate que habéis fundido se os ha endurecido, volver a meter el recipiente con el chocolate en el microondas durante treinta segundos en la opción descongelar. Una vez haya acabado el tiempo, removed con una cuchara, Si no es suficiente, programad otros 30 segundos hasta que se haya vuelto a derretir completamente. Tened cuidado de que no se os queme.

Ponemos tres o cuatro cucharadas de chocolate en una manga pastelera o en una bolsa de esas que se usan para congelar que esté nueva y cortamos un poquitín la punta.

Los pies han de ser lo suficientemente grandes como para que puedan pegarse a la manzana (lo haremos más tarde) y que se vean las garras.

Para guiarme dibujé unos círculos encima del papel de hornear y le di la vuelta al papel, para que el chocolate no tocase el dibujo. De hecho, estos dibujos que hay en la foto eran demasiado pequeños y tuve que ampliarlos... jajaja.


Usamos la manga pastelera para hacer los pies. Hacemos unos círculos de chocolate. No tienen por qué ser perfectos.


Como podéis ver los círculos de atrás son más pequeños que los de delante. Hice la foto cuando estaba a medio ampliar los círculos. Me di cuenta que eran demasiado pequeños y decidí hacerlos más grandes... jajaja.

Sin esperar a que se solidifique el chocolate del pie, les ponemos las garras. Pondremos tres garras por pie.


Como podéis ver, las garras están ordenadas por tamaño. Esta garra correspondería al pie izquierdo, porque tiene la garra más larga en la parte derecha... jajaja. Es muy importante que cuando seleccionéis los anacardos, se puedan aguantar en esta posición, ya que de esta forma, los ponemos sobre el pie todavía derretido y sólo tenemos que esperar a que se seque el chocolate.

Si os ha quedado chocolate en la manga pastelera, volvedlo a poner en el recipiente con el resto del chocolate.

Repetimos el proceso para el resto de pies, teniendo en cuenta que la garra más larga para el pie izquierdo irá en el lado derecho y la garra más larga para el pie derecho irá en el lado izquierdo.


En la parte de arriba de la foto anterior se encuentran las garras para los pies derechos y en la parte de abajo, las garras para los pies izquierdos.

Dejamos que se seque el chocolate. Una vez esté seco, separaremos los pies del papel de hornear con mucho cuidado.

Todo esto que os he explicado, si queréis, lo podéis dejar preparado el día de antes, y así no se os hará tan pesado. En cuanto nos pongamos con la manzana, tendremos que ir más rápido para que no se estropee.

Quitamos el rabito a la manzana, en el caso de que lo tenga. Lavamos bien la manzana y la secamos. Procedemos a hacerle la boca haciendo dos cortes. Uno perpendicular a la manzana más o menos por la mitad y otro sobre el corte perpendicular, pero esta vez en diagonal. Tiene que quedar más o menos así:


A continuación secamos muy bien con papel de cocina toda la parte que ha quedado descubierta de la manzana. Tendremos que poner chocolate encima y si hay algún resto de humedad, el chocolate no se quedará pegado.

Si el chocolate se ha quedado endurecido, volverlo a deshacer como he explicado antes y con cuidado que no se queme. Con un cuchillo o una espátula para untar paté extendemos el chocolate por toda la boca. Tenemos que tener mucho cuidado en no dejarnos ni un trocito de la boca por cubrir por que si nos dejamos algún trocito, la manzana supurará y comenzará a perder agua.


A continuación, y sin esperar a que se seque, vamos a poner los dientes de la parte de abajo. Al final giraremos la manzana y la pondremos al revés, por lo tanto, estos dientes quedarán en la parte de arriba.

Cortamos los granos de maíz con cuidado de no romperlos.


Comprobamos que se la parte que no es puntiaguda del grano se aguante de pie sola. En la siguiente foto, esa parte corresponde a la que está más arriba.


Ponemos los dientes en la boca de la manzana. En la foto sólo hay dos dientes por manzana, pero al final acabé poniendo tres. Vosotros mismos... jejeje. Luego giraremos la manzana y estos dientes pasarán a estar en la parte de arriba de la boca.


Una vez se hayan secado la boca y los dientes, seguimos con los ojos. Esta vez no necesitaremos que el fondant se endurezca. Hacemos cuatro bolitas con el fondant blanco.


Presionamos con el dedo hasta tener un círculo. Revisamos que los bordes queden uniformes.


Cortamos con un cuchillo una parte del ojo, para hacer el efecto que la manzana está enfadada. No tengo foto, pero podéis ver la forma de cortar el ojo en el siguiente paso.

Usando un palillo, ponemos un poco de chocolate derretido en el centro del ojo. De esta forma pegaremos el ojo a la manzana.


No tenéis que poner demasiado chocolate, porque si os pasáis, os saldrá por fuera y se verá un poco feo.


Ahora ya podemos girar la manzana. Los dientes que hemos puesto quedarán en la parte de arriba. ¿Y por qué giramos la manzana? Por dos motivos: El principal es que la parte de arriba tiene más superficie para poder pegar los pies, y el secundario es que, si os fijáis, girando la manzana parece que se esté riendo... jajaja. Pegamos el ojo a la manzana. Tenemos que ir con cuidado que no resbale y se caiga, porque el chocolate todavía está líquido.


Hacemos lo mismo con el otro ojo.


Esperamos que se sequen y pintamos las niñas de los ojos al bicho. La idea era dibujar las niñas de los ojos alargadas, como las de un gato, y usé una especie de lápiz pastelero de chocolate, pero creo que hubiese quedado muchísimo mejor si lo hubiese hecho con el chocolate derretido que tenía y un pincel :(.
Como podéis ver, les añadí un diente más... me parecían pocos dientes... jajaja.


A continuación ponemos los pies. Yo lo hice sobre un plato, pero creo que os irá mejor hacerlo sobre la misma hoja de papel de hornear que habíais usado antes. Así, no hay peligro de que se os pegue.

Ponemos los pies en el plato o en la hoja de papel de hornear teniendo en cuenta cuál es el derecho y cuál es el izquierdo (¡Ojo!. En la foto los puse al revés, me di cuenta justo después de ponerles el chocolate). Con una cuchara esparcimos un poco de chocolate por encima de cada uno de los pies.


Ponemos la manzana encima vigilando que toque alguna parte del chocolate derretido. Así se quedará pegada.


Repetimos el proceso con la otra manzana y seguimos con los cuernos. Yo les puse un poco de chocolate derretido para que se pegasen mejor, pero igual no hacía falta.


Pegamos el cuerno en la parte superior de la manzana.


Repetimos el proceso con el otro cuerno.


Y aquí tenemos al otro bichito... jajaja.


Se me olvidó pintarles las cejas. Me acordé en el último momento. Este sería el momento de pintárselas. Yo las pinté con ese lápiz de chocolate, pero me fue fatal. Después os muestro la foto. Lo mejor es que uséis un pincel con el chocolate que habéis derretido y les pintéis unas cejas enfadadas... jajaja.

Por último (Y muy importante, esto se ha de reservar para el final, ya que las fresas se echan a perder o se ponen feas muy pronto) haremos la lengua y le pondremos los dientes que faltan. He dejado los últimos dientes para el final porque no sabía qué tamaño tendría la fresa y para evitar que se solapasen con la lengua.

Cortamos la fresa en láminas. Cogemos las láminas del medio para hacer las lenguas.


Hacemos una lengua bífida cortando una cuña en el extremo más puntiagudo de las dos fresas (o lenguas... jejeje).


Secamos muy bien las fresas con papel de cocina absorbente para que queden bien secas. Si están mojadas no habrá manera de que se quede pegado el chocolate.


Ponemos un poquito de chocolate en la parte más gruesa de la fresa.


Pegamos la lengua al monstruito.


Añadimos los dientes que falten poniendo un poco de chocolate derretido en la base del diente.


Pegamos los dientes donde nos parezca mejor.


Y aquí tenéis el monstruito con las cejas puestas. Como os he dicho antes, se me olvidó ponerlas. Me acordé una vez había hecho las fotos y tuve que volver a montar la paradita. Una lástima, porque las primeras fotos quedaron muy bien, y las que hice después, con las prisas, no quedaron tan bien :(


Aquí tenéis una de las fotos que les hice antes de darme cuenta que no tenían cejas... Me di cuenta porque el monstruito de la derecha, en lugar de tener cara de malo tenía cara de felicidad... jajaja.

¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.


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