lunes, 4 de junio de 2018

Empanadillas de pollo, champiñones, naranja y canela


Estas empanadillas de pollo, champiñones, naranja y canela la vi en una aplicación de Nestlé. Se llamaban "Empanadillas morunas", pero les he cambiado el nombre, ya que no queda claro qué llevan dentro. De hecho, no he visto muchas empanadillas morunas que lleven naranja...

Siempre me han gustado los contrastes de sabores, y en cuanto vi la receta, decidí que iba a hacerla. Y eso fue un sábado por la tarde-noche. Dio la casualidad de que tenía todos los ingredientes, y en principio se hacen bastante rápido, pero claro, yo quería hacer las fotos del paso a paso para el blog... y acabé a las tantas... con mi marido suplicándome ya que acabase de hacer las fotos, que de tanto esperar, si hacía falta se iba a comer hasta la mesa del hambre que tenía... jajaja.

En fin, que salieron buenísimas y las pienso repetir. Eso sí, las hice a mi manera. En la página recomiendan que si se quiere realzar el sabor de la naranja, se añada una cucharadita de la ralladura de la piel. Yo lo hice, pero la próxima vez no se la pondré. Tampoco recomiendo la cucharadita de menta picada. Yo le puse menos, y creo que quedó bien. Si no le ponéis menta, tampoco pasa nada.

Os pongo la receta tal cual la hice yo. ¡Espero que os guste!

lunes, 14 de mayo de 2018

Palmeritas de hojaldre


El otro día mi hija se empeñó en hacer unas palmeritas para celebrar el día de la madre. Tiene seis años, y le encanta la cocina, al igual que a mí. Como era una receta muy fácil, compré los ingredientes y nos pusimos a ello.
La verdad es que lo hizo todo ella. Yo sólo le fui indicando cómo tenía que hacerlas. ¡Salieron unas palmeritas estupendas!
La pena es que no hice fotos de todo el proceso, pero como tenía otra masa de hojaldre, porque en el paquete venían dos, esta semana hemos vuelto a repetir la receta y así, hacer las fotos que me faltaban... ¡Y el señor Murphy (el de la ley de Murphy) ha hecho acto de presencia! Todo lo que podía ir mal, ha ido (No, no se me han quemado las palmeritas... pero creo que es lo único que ha ido bien...jajaja)
En fin, que las fotos no han salido muy bien y he tenido que mezclarlas con las que tenía de la otra semana, pero lo más importante es haber pasado un muy buen rato con mi hija.
Es una receta super fácil de hacer y sólo se necesitan dos ingredientes. Ideal para hacerla con niños. Además, el resultado final vale la pena. ¡Están buenísimas!

lunes, 23 de abril de 2018

Un día en Alimentaria 2018

Entre los días 16 a 19 de abril tuvo lugar el salón Alimentaria, un salón internacional dedicado a todos los profesionales de la industria de la alimentación, bebidas y food service. Además junto a Alimentaria se celebró Hostelco, un salón internacional de referencia para el equipamiento hostelero y de restauranción. 

De esta forma, la unión de los dos salones hizo que Barcelona se convirtiese en el centro mundial de la restauración. 100.000 metros cuadrados (8 pabellones) dedicados a la gastronomía y la restauración.

Y allí que me fui por primera vez... con una entrada para un día y una entrada para el taller magistral de Carme Ruscalleda titulada "Cocina de hotel contemporánea. Entreverando tradición y vanguardia", un poco a la aventura, a ver qué me encontraba por allí... Además, también tuve la oportunidad de asistir al showcooking de David Pallàs sobre glaseados. ¡Ver a tres de mis ídolos culinarios en un solo día valió la pena!

martes, 3 de abril de 2018

Lentejas con chorizo en Crock-Pot


¡Pero qué buenas que están estas lentejas con chorizo! Están tan buenas que, incluso mis hijos, que no son muy amigos de las legumbres, se las comen. Puedo deciros, sin ninguna duda, que son las mejores lentejas con chorizo del mundo mundial.

Hace tiempo que mi marido me regaló una Crock-Pot, y he ido haciendo cosillas con más o menos éxito. Para los que no sepáis qué es una Crock-Pot, os diré que es una olla de cocción lenta. Las más conocidas son las de la marca Crock-Pot. Es más o menos algo así como cocinar como lo hacían nuestras abuelas, a fuego lento y poco a poco. Hay platos que se cocinan durante horas y horas, y quedan impresionantes. 

La ventaja es que no tienes que estar pendiente de que se queme, o de que se salga, porque como no cocina a altas temperaturas, no tienen ese problema, y los alimentos conservan todas sus vitaminas. Hay ollas en las que puedes programar cuándo quieres que comience a cocinar, para así no tener que levantarte a las 6 de la mañana. Tengo un amigo que la usa para hacer unos caldos que están de muerte. Pone todos los ingredientes y la deja unas 20 horas.

He usado la Crock-Pot para hacer varios platos. Uno de ellos, las lentejas. La primera vez que las hice, usé una receta que encontré por Internet de lentejas con chorizo para crock-pot... y la verdad, estaban pasables, pero tampoco eran nada del otro mundo. Mis hijos, ni la quisieron probar.

Un día, hablando con una amiga en el tren, le comenté que me gustaría hacer unas lentejas como las que hacía mi madre, pero que las últimas no nos habían gustado mucho. Entonces me dijo que había visto un vídeo en YouTube y que ella las había hecho y les habían encantado. El vídeo se llamaba Lentejas con chorizo (las mejores del mundo mundial) y os aseguro que sí, ¡que son las mejores lentejas con chorizo del mundo mundial! Se ha convertido en una receta habitual en mi casa.

La receta del vídeo es para hacerla de forma tradicional, pero mi receta es para Crock-Pot. Además, también adapté cantidades y modifiqué algún ingrediente. Para hacerla he usado lentejas normales, ni pardinas, ni rápidas. Normales. Si os sobra, podéis congelarlas tranquilamente.

Si tenéis Crock-Pot y os gustan las lentejas, no os lo penséis dos veces. ¡Esta es vuestra receta!

lunes, 12 de febrero de 2018

Vasitos con crema de foie, manzana y reducción de Pedro Ximenez


Estos vasitos con crema de foie, manzana y reducción de Pedro Ximenez los hice para Navidad, y tengo que decir que por culpa de esta receta, casi mato a mi suegra... 

La receta original la encontré en la revista "Sabor" que dan en los Caprabo. Esta receta llevaba jamón de pato en la parte superior, pero después de probarlo por Nochebuena, decidí cambiarlo en Navidad por una reducción de Pedro Ximenez. Mucho mejor, la verdad.

En cuanto a lo de "casi mato a mi suegra..." tiene su explicación. Resulta que mi suegro y mi cuñado son un poco "especiales" para comer. No les pongáis "cosas raras", que no se las van a comer. Por lo tanto, y esperando que al menos lo probasen (ilusa de mí), cuando mi suegra me preguntó qué llevaba, yo le dije "Tú cómetelo y si no te gusta, lo dejas". 

De esta forma, mi suegro y mi cuñado no se enteraban de qué ingredientes llevaba, y al menos, había una mínima posibilidad de que lo probasen. Pues no. Mi suegro y mi cuñado huyeron de los vasitos como si llevasen la peste, pero mi suegra se comió uno.

Una vez se lo hubo comido, mi marido, viendo que su padre y su hermano no iban a probarlos, soltó lo que llevaban los vasitos. Entonces, mi suegra me metió un broncazo diciéndome que ella no podía comer grasas (primera noticia, de verdad. Os juro que no sabía nada. Si lo hubiese sabido no los habría hecho, o le habría avisado), y que le había hecho comer foie y nata, que eso lleva mucha grasa, y que se iba a poner malísima. Me asusté tanto que le pregunté si la llevábamos al hospital. No hizo falta.

Al final todo quedó en un susto y no le sentó mal. Señal que no llevaban "tanta grasa" jajaja.
En fin, si os queréis "arriesgar a morir a base de grasas", vale la pena. jajaja. Os dejo la receta tal cual la hice.

Tengo que decir, para que os hagáis a la idea del tamaño, que los vasos eran de Luminarc. En concreto son los de carajillo (11 cl.). Salieron 10 vasitos.

lunes, 5 de febrero de 2018

Carrot cake (Bizcocho de zanahoria)



Este carrot cake (o bizcocho de zanahoria) es uno de los mejores bizcochos que he hecho en mucho tiempo. La receta está hecha para Thermomix y Olla GM modelo G deluxe, pero también os explico cómo hacerla de forma tradicional, o sea, que si no tenéis Thermomix ni olla GM, no hay problema en hacerlo. ¡Vale la pena!

Hace poco que tengo la Olla GM. Fue un regalo de estas navidades y me pilló totalmente por sorpresa. Me regalaron la olla y el cabezal para horno, y en estos días he estado probando diferentes recetas con la olla, con más o menos éxito. Me faltaba por probar el cabezal de horno, y ya que la olla puede hacer bizcochos, decidí probarla haciendo uno.

Me parecía extraño... casi imposible que una olla pudiese hacer un bizcocho mínimamente decente. Tenía comprados ya todos los ingredientes y en un momento de debilidad pensé hacerlo en el horno. Pensé que no valía la pena malgastar los ingredientes para hacer el bizcocho en la olla y luego que saliese mal... Incluso saqué un molde de silicona para hacerla en el horno.

Pero una vez tuve la mezcla hecha, me di cuenta de que se me había olvidado precalentar el horno y me dio pereza encenderlo y esperar a que llegase a la temperatura... (ya ves tú... jajaja). Entonces , sin pensarlo mucho (porque si lo llego a pensar dos veces, no lo hago) saqué la olla, le puse un espray anti adherente y le metí la mezcla, con muy poca confianza sobre lo que iba a salir de allí.

¡Y lo que salió me dejó con la boca abierta y los ojos como platos! jajajaja. Un bizcocho hermosísimo, gordito, esponjoso. Todavía no acababa de fiarme. Faltaba cortarlo y a lo mejor estaba crudo por dentro... ¡Pero no! Quedó perfecto. Además, la mezcla del bizcocho con la cobertura estaba tremenda. Vamos, que en menos que canta un gallo, el bizcocho desapareció.

Después de hacerlo unas cuantas veces, he de decir que la primera versión que puse en el blog del bizcocho sólo tenía cobertura por la parte superior y estaba adornado con frambuesas, pero después decidí cubrirlo completamente, ya que la cobertura estaba buenísima, y adornarlo con nueces. Creo que mejoró con el cambio.

Me he basado en la receta de bizcocho de zanahoria de La Juani de Ana Sevilla. En cuanto a la cobertura, hice dos pruebas. La primera salió de pena... y la segunda estaba tan buena que mi hija (que  es una tiquis miquis para la comida) se la comía a palo seco con una cuchara... jajaja.

O sea, que animaos a hacerla. ¡No os arrepentiréis!

lunes, 27 de noviembre de 2017

Albóndigas de mi suegra


Siempre me han gustado las albóndigas que hace mi suegra (o "mandonguilles","mandonguillas"... como decimos en casa), pero nunca las había hecho, porque mi suegra no suele dar sus recetas. Pero hace un tiempo fui a la carnicería y pedí entre otras cosas, medio kilo de carne para hacer una receta. Cuando pagué, me pareció un poco más caro de lo normal, pero no le di mucha importancia.

Al llegar a casa y comenzar a sacar toda la carne, me di cuenta de que había muchísima más cantidad de carne picada que la que había pedido. 800 gramos más, para ser exactos. No sé qué debió de escuchar el carnicero, pero en lugar de medio kilo, tenía 1 kilo y 300 gramos de carne picada.

¿Y qué podía hacer yo con 800 gramos más de carne picada? ¡Pues unas albóndigas, que a mis hijos les encantan! El problema era que tenía que pedirle la receta a mi suegra... y no suele soltar prenda. Al final, la tuve que llamar 4 veces para que me diese la receta más o menos completa. La primera vez me la dio, pero no me dijo algunos ingredientes. Volví a llamarla para preguntarle si no se le ponían esos ingredientes. Me dijo que sí. Insistí a ver si faltaba alguno más. Me dijo que no. La tercera vez, llamé para saber, entre otras cosas, cuántas cucharadas de tomate tenía que poner, y otras cantidades varias.... y la cuarta, para otros detallitos... jajaja.

En fin, que después de darme la receta por fascículos me puse a hacerla, a modo de experimento, ya que algunas cantidades no me las dio, ya que lo hacía a ojo. Me fui apuntando las cantidades, por si salía bien, poderla publicar en el blog, y si salía mal, modificar algunas cantidades... Pero no me hizo falta modificar cantidades. ¡Salieron unas albóndigas iguales a las que hace ella!

Y aquí las tenéis. Os las recomiendo. Están deliciosas. Os las podéis comer solas o acompañadas de arroz hervido, o patatas fritas, o lo que más os guste. Os aseguro que no sobrará ni una. Y si sobra (yo ahora siempre hago de más, porque nos encantan), siempre las podéis congelar. Congelan muy bien.

Una última cosa. Mi hijo es celíaco y muchas veces las hago sin gluten. Para los intolerantes al gluten, estas albóndigas se pueden hacer perfectamente con harina sin gluten (yo uso la de la marca Schär) y pan rallado sin gluten. ¡O sea, que los celíacos no tenéis excusa para hacerlas! jajaja.