El otro día se presentó en mi casa mi suegra con cinco berenjenas blancas. Su vecino le había dado un montón de cosas del campo y ya no le cabían en la nevera. Por lo tanto, nos las trajo a casa para que las pudiésemos aprovechar.
¿Y qué podía hacer yo con tantas berenjenas? Podía hacer berenjenas rellenas, pero me apetecía hacer alguna cosa nueva. Como os he dicho alguna vez, tengo muchas recetas guardadas en una carpeta pendientes de hacer, y me puse a mirar a ver si tenía alguna en la que se usasen unas cuantas berenjenas. Y apareció esta. No sé de quién es. La tenía apuntada a mano en un trozo de papel, de cualquier manera.
Es muy fácil de hacer, y además, nos gustó muchísimo. Por lo tanto, os la recomiendo y la publico en el blog, para que, la próxima vez que quiera hacerla (porque la repetiré seguro), la tenga más a mano.
La receta está hecha en un molde de 20x30 cms, y las cantidades de jamón y queso son orientativas, ya que depende también del tamaño de las lonchas. En cuanto a las berenjenas, en la receta original pone 3 berenjenas, pero al final usé casi 4. Yo os recomiendo usar 4. Más vale que os sobre que no que os falte, como me pasó a mi.