¡Con este calor sólo me apetecen cosas fresquitas! ¿Y qué hay más fresquito que un buen granizado? jejeje.
Quería hacer un granizado, pero que fuese diferente. Cuando voy al trabajo siempre paso por delante de una tienda de fruta, y vi unas cerezas impresionantes, y pensé que estaría bien hacer un granizado de cerezas. Pero no sé por qué, se me pasó por la cabeza añadirle también menta (me gusta un montón la menta, jejeje), a ver cómo quedaban.
Como en aquél momento llevaba prisas, pensé en comprarlas después, al salir del trabajo. Pero como a veces las cosas se complican, al final salí tarde y por no perder el tren, no me paré a comprarlas. Las compré en mi pueblo (Y por cierto, todavía estaban mejor que las de aquella frutería...¡No hay mal que por bien no venga! jajaja).
En fin, que decidí ponerme a hacer experimentos en la cocina. Y cuando una se pone a hacer experimentos, las cosas pueden salir mal...(Véase mi otro blog de pifias en la cocina para más referencias... jajaja) pero también pueden salir bien. Y en este caso, ¡¡¡el granizado salió fenomenal!!!.
Había visto un montón de recetas de granizados con menta, y por norma general, meten la fruta, el azúcar, la menta, el agua y el hielo y ¡ale!: !Listo!. Pero en mi caso, pensé que igual quedaría mejor si, en lugar de meterle la menta a palo seco, me dedicaba a hacer una especie de infusión con las cerezas, el azúcar, el agua y la menta. Más que nada, para que le diese más sabor. ¿Os he dicho que me encanta la menta? jajaja.
El inconveniente: Que como tiene que llegar a 100 grados para infusionarse, luego se tiene que esperar a que se enfríe. En mi caso, hice la infusión el día anterior y el granizado al día siguiente. Pero creo que valió la pena.
La ventaja: Lo hacéis casi todo la noche anterior y metéis la mezcla en la nevera. Al día siguiente ya la tenéis bien fresquita y sólo tenéis que ponerla en el vaso, añadir el hielo, triturar y ¡listo!.
Vosotros mismos. Si no os gusta la menta, o no queréis hacer la infusión, lo ponéis todo directamente en el vaso a palo seco y andando... jejeje. Yo os pongo la receta tal y como lo hice.
La ventaja: Lo hacéis casi todo la noche anterior y metéis la mezcla en la nevera. Al día siguiente ya la tenéis bien fresquita y sólo tenéis que ponerla en el vaso, añadir el hielo, triturar y ¡listo!.
Vosotros mismos. Si no os gusta la menta, o no queréis hacer la infusión, lo ponéis todo directamente en el vaso a palo seco y andando... jejeje. Yo os pongo la receta tal y como lo hice.